Artesanía con Kilómetro cero
Actualizado: 29 ene 2021
La habilidad para restaurar de Rosalía Fernández y las ilustraciones de Elena Murillo se unieron en el año 2015 para crear la marca artesana Palopalú
Las ganas de profesionalizar su pasión llevaron a estas dos bilbaínas a crear Palopalú, una pequeña marca artesana dedicada al diseño y fabricación de juguetes, decoración y creaciones personalizadas en las que las protagonistas son la madera junto a la ilustración. Gracias a una iniciativa de emprendimiento del ayuntamiento de Bilbao, se lanzaron a ello en 2015 y cinco años después, siguen cumpliendo sueños mientras se hacen un hueco entre las grandes marcas.
¿Dónde se realizan y cuáles son los materiales principales de los productos de Palopalú?
E.M: Todo sale de nuestro pequeño taller en el centro de Bilbao. Nosotras nos encargamos de todo, desde el inicio del diseño hasta el final de la fabricación. Aunque en algunas partes del proceso productivo lo llevábamos a cabo en colaboración con otros artistas y diseñadores, pero siempre de la zona. Cuidamos que sea todo Km0, y la madera, que es el material principal con el que trabajamos, siempre viene de distribuidores locales, madereras de la zona y la gran mayoría reutilizada.
¿Cuáles son las ventajas de vuestra marca frente a grandes empresas?
E.M: Nuestro valor añadido es la historia que hay detrás de nuestra marca y la cercanía con el cliente. Nosotras mostramos nuestro proceso, creamos de manera muy individualizada y atendemos de la misma manera a cada persona que se acerca a nosotras. Esa calidez, en una gran empresa, por muy potente que sea la labor de marketing -que últimamente van la mayoría muy enfocadas hacia la personalización de la marca- es imposible de conseguir de una manera real.
El producto que reciben nuestros clientes es de gran calidad y prácticamente único, es una apuesta por lo local y la diversidad de ideas y proyectos de la zona. Se genera riqueza de una manera más equitativa y al final los beneficiados somos todos. Es un consumo mucho más responsable y más sostenible, por su durabilidad. Necesitamos consumir más local, que dure y que no sea de usar y tirar y preguntarnos, si las personas que trabajan detrás de esos objetos que compramos, lo hacen en condiciones laborales justas. Tener en cuenta todo esto sería el auténtico empujón para conseguir un mundo mucho más justo y más habitable.
Actualmente exponéis vuestros productos en Ercilla Kalea, 24 gracias al escaparate de YIMBI. ¿Habéis participado con anterioridad en iniciativas como esta?
E.M: Cada vez nos cuesta más, por el volumen de trabajo del taller, poder participar en todas las iniciativas a las que nos invitan. Y llevamos tiempo sin participar en otras. Pero esta en concreto, nos animamos porque además nos hacía ilusión tanto por el espacio, como por las marcas que nos acompañaban. Y la verdad, hemos tenido muy buena acogida y ha sido una oportunidad de visibilización importante justo para arrancar la campaña navideña.
Siempre lo más complicado es hacerse ver, llegar a la gente y ampliar el círculo. Por eso, más presencia en los medios de comunicación por ejemplo y campañas publicitarias dedicadas a promocionar los proyectos locales, serían fundamentales para consolidar y hacernos un poquito más presentes. Que el público general sepa de nuestra existencia, en definitiva.
¿Soléis hacer colaboraciones con otros emprendedores o marcas más grandes?
E.M: Siempre hemos trabajado con marcas afines y más o menos de nuestro mismo nivel. Sí que hemos realizado proyectos para empresas y colectivos más grandes, pero siempre con un trato de cliente más que colaborativo. Y siempre son retos muy enriquecedores que nos hacen crecer un poquito más.
La situación sanitaria ha paralizado vuestro trabajo en el taller y algunos de vuestros proyectos. ¿Consideráis que habéis recibido la ayuda pública necesaria?
E.M: Nosotras hemos tenido bastantes ayudas ahora con el cese de actividad consecuencia de la COVID. Pero lo que es un coste excesivo -y una reivindicación ya generalizada- son las cuotas de cotización de autónomos. Debería ser algo ajustado y proporcional a la facturación sobre todo en los primeros años del proyecto. Y más apoyo en la difusión y promoción de los proyectos, que es principalmente lo más costoso, el llegar a la gente y darse a conocer.
Actualmente y debido a esta situación estamos inmersas profundamente en la campaña navideña para poder paliar las perdidas de este año.
¿Cómo creéis que se podrían resolver estos problemas?
E.M: Principalmente sería necesario una nueva manera de concebir nuestra forma de consumir. Desde el gesto más pequeño de toma de decisión personal, de donde compramos y a quién. Para los artesanos y pequeños comercios es bestial el impacto que generan las grandes empresas con las que se nos hace completamente imposible competir. Además, no toda la responsabilidad cae en el pequeño consumidor, sino también en la manera en que el mercado se regula. Es imposible poder competir con un sistema que monopoliza y funciona de manera tan agresiva. La campaña de Black Friday es un ejemplo claro de cómo las pequeñas marcas nos quedamos fuera, sin poder competir con ello.
Elena Murillo y Rosalía Fernández se muestran positivas para enfrentar la situación actual y siguen inmersas en su proyecto con la misma pasión que cuando empezaron. Además, animan a los bilbaínos a que estas navidades investiguen un poco más sobre el comercio local a la hora de planificar sus compras navideñas. Por su parte, ofrecen mimo y respeto por los procesos artísticos y artesanales que llevan a cabo. Les gusta que a las personas que les llegan sus piezas, perciban el cuidado de la estética y el diseño de una pieza hecha de manera totalmente artesanal. Todos sus productos se encuentran publicados en sus redes sociales, y en particular en su perfil de Instagram @palopalu, donde asesoran a su clientes de una forma más personalizada.
Proceso productivo y productos de la marca. Fuente:@Palopalu