Gazte Konpainia: “Lo más bonito del teatro es poder hacer que el público sienta tus emociones”
Actualizado: 26 oct 2021
La Gazte Konpainia de Pabellón 6 presenta la obra Gris: Morir en Bilbao que invita a no olvidar de dónde venimos
La Gazte Konpainia considera que en la profesión tienen que estar demostrando todo el tiempo que sirven para ello y, como jóvenes, creen que se les exige más. Desde cero y a partir de un pabellón vacío, llevan desde el mes de noviembre entre clavos, maderas y ensayos construyendo su nueva obra en todos los sentidos.
Con el Bilbao industrial como telón de fondo y ambientado en un karaoke, presenta la Gazte Konpainia de Pabellón 6 su nueva obra, Gris. La obra se puede ver desde el 28 de enero hasta el 28 de febrero y está recibiendo una gran acogida por parte del público ya que todas las semanas agotan sus entradas.
La obra ha sido escrita por David Caiña, bajo la dirección musical de Urtzi Iza y dirigida por Ane Pikaza. Presentan su propuesta de karaoke, un ambiente festivo y colorido “para que nunca olvidemos de dónde venimos”. En este karaoke se divierten, entre otros, los actores y actrices Kepa Alesso, Itxaso Gil, Leire Ormazabal y Sandra Tejero que dan vida a la ciudad de Bilbao del pasado y del presente.
¿Cuál es la esencia o particularidad de Gris?
G.K: El trabajo en equipo es nuestro punto fuerte. Hemos confiado los unos en los otros y en lo que hemos creado con ello. La obra tiene una capa clara que es el entretenimiento y, a su vez, otras subcapas como son recordar que estamos vivos y que estamos aquí, que es algo importante de recordar en momentos como los que estamos viviendo. En Gris se produce una conexión con el público que en otros momentos no habríamos vivido y que necesitamos como sociedad para salir adelante.
Respecto a la afluencia de público para ver la obra, ¿consideráis que ha recibido una buena acogida?
G.K: Para nosotros ha sido una locura. Teniendo en cuenta las restricciones de movilidad en el País Vasco, todos los días nos sorprendemos con las entradas agotadas. La gente quiere bailar y un poquito de fiesta. Además, ahora que empieza a llegar el buen tiempo ha sido muy bonito salir a la función y ver las gradas llenas, cada uno con su mascarilla y manteniendo las distancias de seguridad, pero para nosotros ha sido emocionante ver la acogida del público que llena este escenario de vida.
Comentáis que aun con las restricciones perimetrales se agotan las entradas, ¿creéis que la situación sanitaria ha afectado en la obra?
G.K: Una de las cosas en las que nos ha afectado de manera más personal es que nuestras familias y amigos no han podido venir a vernos porque cada uno somos de un municipio. De todas formas, con las diferentes funciones no hemos podido comprobar un gran cambio ya que cuando Gris se estrena ya existían las restricciones actuales. Algo destacable es que, actualmente, nosotros como actores no podemos percibir las emociones que se están expresando detrás de las mascarillas. Poco a poco estamos aprendiendo a percibirlo de otras maneras, ya no solo con la expresión facial del público, aprendes a interpretar otros estímulos.
Hablando de las medidas de seguridad sanitarias, ¿cuáles son las que estáis llevando a cabo en las funciones y cómo creéis que cambia esto la experiencia para el público?
G.K: Como hemos comentado, se mantienen las distancias de seguridad y la mascarilla. Nuestro aforo ha pasado de 130 a 70 personas en las gradas y esto económicamente también se nota. Para el público es una experiencia algo más fría ya que disminuye la interacción, ya no solo con nosotros, sino entre las propias cuadrillas que vienen a vernos. Si te pones a pensar en la experiencia de una obra anteriormente, se nota en el aforo más reducido, eso también hace que descienda el ruido del público. Sobre todo, el juego que podría tener este karaoke si no estuviéramos en la situación actual, cambiaría mucho la interacción con el público que podría subir incluso al escenario.
Centrándonos en la cultura en general, ¿qué creéis que aporta el teatro al público que no puede aportar otras ramas de la cultura?
G.K: El teatro es una montaña rusa de emociones que no te aportan otros ámbitos de la cultura, realmente aportamos vida. Es en directo, está pasando y tú lo estás viviendo. Esto surge tanto de manera positiva como negativa. En el teatro se vive el ahora y no se puede parar el directo, no se puede sustituir por nada y cada función es distinta. También hay que tener en cuenta, que los actores no estamos emocionalmente igual en cada función porque somos personas, no siempre damos lo mismo y lo que percibe el espectador es algo inédito. Viendo teatro se aprende tanto intelectualmente como emocionalmente.
Hemos hablado de lo que siente el público en el teatro, pero para vosotros personalmente, ¿qué es lo más bonito de este oficio?
G.K: Trabajar en el teatro te hace no pensar en nada más, aporta felicidad. El feedback que se crea en escena al poder hacer que el público sienta tus emociones y tu poder sentirlas es una de las cosas más bonitas. También se aprende continuamente y conoces a mucha gente. Podríamos trabajar en otra cosa, pero no seríamos tan felices ni sentiríamos lo mismo. El teatro es muy real y es donde somos de verdad. Parece contradictorio, ya que es el sitio donde actúas, pero también es donde somos de verdad y dónde lo expresamos.
Kepa, Itxaso, Leire y Sandra están inmersos en el principio de lo que será una larga trayectoria laboral. Cada uno de ellos ha llegado a la interpretación a través de diversos caminos, pero todos ellos se reconocen como actores y actrices profesionales que viven de su trabajo. Consideran que la sociedad percibe que al ser artistas “siempre hay que aspirar a algo más”, para ellos su objetivo ya está cumplido y esperan seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida profesional.
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